El pintoresco municipio de Comares se levanta sobre una peña desde que puede contemplar el corredor de Periana en el norte y parte de los montes de la Axarquía, por el sur. El enclave elegido para edificar este pueblo era por motivos de defensa pero hoy ha de sorprender al visitante porque una vez que se llega al pueblo, se domina una extensión de terreno; desde la sierra al mar, en la que se distinguen no sólo los accidentes geográficos sino los cultivos y la vegetación existente en una zona que sobrepasa ampliamente el término municipal de la villa, la cual, con toda justicia, se la conoce también como ‘El balcón de la Axarquía.
Los romanos ya se percataron de las ventajas de esta atalaya y parece ser que instalaron en ella un puesto militar, en el que más tarde los árabes levantaron una fortaleza -el Castillo de Comares-, que junto con las de Zalía y Bentomiz fueron los tres puntales defensivos de la comarca de la Axarquía. No lejos del pueblo, en el Cerro de Masmullar, se han encontrado los restos de una ciudad de los siglos IX y X, de la que se conserva su aljibe, declarado Monumento Histórico Artístico en 1931. Algunos investigadores han creído ver en estas ruinas la fortaleza de Bobastro, tan relacionada con Omar Ben Hafsun.
En mayo de 1487, muy poco después de la caída de Vélez Málaga en manos de los cristianos, Mohamed El Jabis -último alcaide musulmán de Comares- rinde vasallaje a los Reyes Católicos a fin de evitar represalias de guerra y en el intento de conservar algunos derechos para la población musulmana. Se sabe que la población morisca no tomó parte en la sublevación del siglo XVI, pero aun así, los habitantes de Comares fueron expulsados y la zona fue repoblada por gentes de otros lugares.
No sólo desde ´El balcón´ tienes una vista formidable, incluso desde la terraza del restaurante internacional El Molino de los Abuelos hay unas fantásticas vistas.