Alfarnatejo es un pueblo pequeño que está rodeado por los picos Chamizo, Gallo y Vilo. Los tajos y veredas se llaman también "Los Pirineos del Sur" por su orografía espectacular.
Los caprichos del paisaje sirvieron de refugio inexpugnable a los bandoleros del siglo XIX, y los amantes de senderismo encuentran hoy en día muchas cuevas que todavía se utilizan para proteger los rebaños de cabras. En su conjunto, la zona ofrece al visitante una variedad paisajística del máximo interés, por lo que se hace imprescindible la utilización constante de la cámara fotográfica o la de vídeo.
El ser humano se había asentado aquí hace mucho tiempo como demuestran restos arqueológicos hallados en desfiladero del río Sabar que corresponden a la época Neolítica. También se han encontrado objetos de uso doméstico de 5.000 años de antigüedad.
Hay vestigios de que durante el período musulmana existió un castillo, el de Sabar, que pudo ser el origen de Alfarnatejo. Además de las ruinas de un castillo, el monumento de mayor interés de Alfarnatejo es la iglesia parroquial del Santo Cristo de Cabrilla, situada en la zona más elevada del urbano. Su construcción data del siglo XVIII, pero fue reconstruida en los años 70.
El pueblo tiene un ambiente muy relajado, lo que encontrarás en la terraza del restaurante Los Pirineos, o en el bar del mismo, en el que pronto se mezclan con uno de los aldeanos.